Para los tiempos que corren - Adrián Gaitán
Para los tiempos que corren
Las petroleras y el mundo del arte se aman, su tórrido affaire no es un secreto: a partir de los noventa, Shell, British Petroleum (BP), Chevron y —en América Latina— Petrobrás, se han erigido como los nuevos súper mecenas del arte […]
Convertidos en grandes patrones y guardianes de la producción artística, estos conglomerados lavan su imagen y adornan con sus logos los afiches de exposiciones, colecciones y retrospectivas. Estos auspicios son una valiosa fuente de legitimación para las petroleras, que deben sortear el campo minado de publicidad negativa que se genera alrededor de sus prácticas de extracción y producción en todo el mundo.
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Abu Dhabi, parte de los Emiratos Árabes Unidos, lleva a cabo un ambicioso plan para construir “la isla de la felicidad”, llamada Saadiyat Island. El proyecto contempla, entre otras cosas, la construcción de sedes de los archirreconocidos museos del Louvre y Guggenheim (pagando quinientos y ochocientos millones de dólares, respectivamente, para hacerlo posible). El edificio del Guggenheim, cuya sede principal está en Nueva York y tiene sucursales en otros cinco países, será diseñado por Frank Gehry y ocupará una superficie de tres hectáreas en medio del desierto. Las condiciones laborales bajo las que trabajan los obreros que llevan a cabo la construcción ya han generado reacciones de ong como Human Rights Watch, por el bajo nivel de los salarios y las jornadas de trabajo con horarios extendidos, sin una remuneración económica apropiada.
Saadiyat Island busca convertirse en un polo cultural que atraiga a turistas de élite y fanáticos del arte, y será financiada, netamente, con dinero proveniente del petróleo. En Abu Dhabi se concentra el 95 % del capital petrolero de Emiratos Árabes Unidos, la quinta potencia mundial en reservas de crudo.
(Extracto del artículo de Nessa Terán “Arte y petróleo: Una historia de amor” [2014]. https://gk.city/2014/09/29/arte-y-petroleo-historia-amor)
El proyecto plantea un juego de desplazamientos espaciales y semióticos, incierto e inestable, con el que se interroga por los recursos simbólicos y físicos de los que disponen las instituciones que concentran poder económico, político o religioso. Estas instituciones (petroleras, religiosas y artísticas) construyen un complejo entramado de gestos e imágenes, recursos simbólicos y reales para legitimar su poder. En este contexto, la imagen funciona como objeto litúrgico y devocional, utilizada especialmente por el poder religioso. Por otra parte, los movimientos y traslados a escala mundial son un recurso legitimador de una red institucional que tiene el poder, y que, con la manipulación del sistema artístico, intenta expiar la culpa que le cabe en el desastre ambiental, económico, social y cultural.
Por medio de un juego de gestos y procederes metafóricos se plantea, entonces, una suerte de revisión de nuestro proceder artístico, desde Latinoamérica, ante el poder o los poderes establecidos desde otras latitudes.
El triángulo temático propuesto es religión-petróleo-arte, y sus múltiples relaciones, complicidades institucionales, contradicciones en las formas y materiales empleados; el espacio sacralizado y el espacio de trabajo, la promesa del Edén y la entrada al infierno, el agua y el petróleo, las imágenes al servicio de estamentos de poder legitimados por el trabajo artístico, entre otros aspectos.
San Sebastián - Pedro Pablo Rubens.
Adrián Gaitán
Artista egresado del Conservatorio de Bellas Artes de la ciudad de Cali. Entre 2007 y 2008 fue director de la revista de bellas artes VanityPlast y del Espacio 3/4 Arte Contemporáneo. De 2005 a 2009 integró el colectivo El Camión, que realizó exposiciones en diferentes regiones de Colombia. De forma individual y colectiva ha expuesto en garajes, ríos, calles, lotes, museos y galerías de Colombia y el exterior. Algunas de sus exposiciones destacadas son Arcolombia (Madrid, 2015), la X Bienal de Mercosur (Porto Alegre), Video sur (Palais de Tokio, 2018), al igual que los salones nacionales de artistas n.os 41, 42, 43 y 45, realizados en Cali, Cartagena, Medellín y Bogotá, respectivamente.
En 2014 fue premiado por el Ministerio de Cultura de Colombia como artista joven y recibió la Beca de Circulación Internacional en 2013; la Alianza Francesa le otorgó una beca de creación en 2012 y el Premio de Arte Joven en 2006; igualmente, fue ganador de la segunda edición de la Bienal de Bucaramanga, y ganó en dos años consecutivos la convocatoria del programa La Vitrina, de la Fundación Lugar a Dudas, en Cali.
Ha participado en varias residencias artísticas: en 2013, Hotel Maria Kapel (Holanda), Laagencia (Bogotá) y Casa Tres Patios (Medellín); en 2016 residió en la Cité Internationale des Arts (París) y el Museo del Barrio (Manizales); en 2017, en la Escuela Flora (Bogotá); en 2019, en Residencias en Bloque, 45 Salón Nacional de Artistas. Actualmente trabaja colectivamente con el proyecto Sí, acepto, que explora un campo híbrido entre la gestión cultural, la práctica artística y la curaduría.