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Los andares de Delcy Morelos

Delcy Morelos está nominada al x Premio Luis Caballero. Desde su taller en La Candelaria habló del proyecto con el que competirá por este galardón de tipo bienal, que entregará el Idartes en 2019.

Daniel Grajales T.

No es una línea recta. El recorrido de Delcy Morelos tiene puntos de encuentro que se bifurcan en nuevos caminos. Nació en 1967 en Tierralta (Córdoba) y ha caminado por senderos tales como los de la violencia, reflexionando con su obra sobre cómo darles voz a las víctimas del conflicto. Paso a paso, la creadora ha avanzado en una trayectoria de más de tres decenios. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Cartagena y ha expuesto individualmente desde 1990.

Nominada al x Premio Luis Caballerode la Alcaldía de Bogotá, el cual será entregado en 2019 por el Instituto Distrital de las Artes-Idartes, Morelos ya ha obtenido anteriormente otras distinciones como elPrimer Premio en el vii Salón de Arte Joven de la Universidad Jorge Tadeo Lozano en Cartagena, en 1988, y el Primer Premio en el iv Salón de Arte Joven de Bogotá, en 1994.

Descalza, sin frío ni miedo de caminar sobre la helada tierra que tiene regada, sobre un plástico negro, por todo el piso de su taller, Morelos cuenta una historia polifónica sobre lo que pasó en los territorios no urbanos de Colombia.

Nací en Tierralta, Córdoba, una tierra azotada durante muchos años por múltiples tipos de violencia causados por los protagonistas de la guerra en Colombia. Tierralta fue y es todavía territorio paramilitar. Los terratenientes dueños de gran cantidad de tierras en esta región perpetraron numerosas matanzas y en sus tierras ajusticiaban a sus supuestos enemigos: campesinos, estudiantes, profesores de la Universidad de Córdoba. Todos supuestos “guerrilleros”.

Habitar las moradas del dolor

En Moradas están presentes los aspectos objetual, conceptual y emocional de la tumba como contenedor simbólico del dolor y de los restos físicos de las víctimas lanzados al río Sinú o enterrados en fosas comunes ubicadas en los corregimientos de Volador y Costa de Oro.

La Fiscalía sigue buscando y encontrando fosas comunes en esta zona y en casi todo el territorio nacional. Es necesario para los familiares de las víctimas tener conocimiento real de la ubicación de los restos y contar con un lugar santo donde descanse su ser querido y donde poder llorar, despedirse y sanar.

Morelos quiere hablar de temas muy complejos de forma plástica, ya que “se pueden escribir muchos libros o periódicos, escucharse muchas noticias en la radio, pero es diferente ver los eventos desde la plástica. Que no sea siempre un periodista o un escritor el que los comunique, sino un artista y desde otro lugar”.

Cuando un ser humano camina descalzo, las plantas de sus pies se curten del color de su andar. Morelos tiene los pies apenas manchados por la tierra de su taller, aunque sí están marcados por la indagación de la verdad mediante técnicas como la pintura. Hoy no pinta con pigmentos tradicionales, pues busca en la materialidad los tonos más cercanos a lo sucedido en el país. Está creando con tierra piezas alargadas, lineales, de color oscuro, casi negro, que le permitirán narrar

hechos que pasaron en Colombia y en mi pueblo: muchos desaparecidos y muchas fincas de paramilitares que se usaban como fosas comunes. Todavía hay familiares buscando los cuerpos de sus desaparecidos, que están enterrados en distintos sitios del país. Quiero hacer moradas, la última morada, que es la tumba y quiero hacer un camposanto. Voy a trabajar con tierra y a crear espacios con cruces.

Ante la imposibilidad de señalar con cruces el lugar santo, el arte abre la posibilidad de crear espacios sagrados. Al realizar estos montículos en forma de cruz estoy construyendo un camposanto telúrico, última morada diluida en el paisaje.

Desde los noventa, María Iovino ya había planteado que en su recorrido por este camino del arte “la obra de Delcy Morelos ha ido de abandonando la apariencia y adentrándose en la búsqueda de lo que le es básico en la expresión de sus ideas”. Y el curador Santiago Rueda explica que, en Morelos, “el anhelo de experimentación con resultados inéditos es indiscutible. Su trayectoria se remonta a inicios de los años noventa y no ha abandonado desde entonces los elementos estructurales que forman su obra completa”.

Mercader de las plazas

Delcy Morelos vive en La Candelaria, donde también tiene su taller. Para ella resulta muy simbólico que su proyecto se instale en la Galería Santa Fe en La Concordia:

Siempre he vivido en el centro de Bogotá e hice mercado muchas veces en la plaza de La Concordia. Cuando viajo a otra ciudad o a un pueblito busco sus plazas de mercado. Son lugares que me gustan, donde se ve a la gente de verdad y los productos de cada región en su día a día. Me gusta el espacio de la nueva galería, la idea de que sea subterránea, porque yo hablo de lo que está oculto y de los familiares que están buscando a sus seres queridos enterrados.

Como explicaba Carmen María Jaramillo en 2005:

En la producción de Morelos, la forma permite la visibilidad de aquello que la moldea, de manera que se entremezclan la razón ylo irracional, la capacidad de orden del logos yel poderío de la vida. La materia manifiesta su pulsación y su energía, a la vez que se interpenetra con la forma, de manera que esta última no encubre, sino que revela.

En esa medida, para Morelos, el espacio de la Galería Santa Fe es un placer:

Me gusta más trabajar para un lugar específico, pues me permite ser receptiva al espacio y que el espacio me reciba a mí y yo recibirlo a él. Lo que me dice el espacio yo lo acepto y trabajo desde ahí. Si no trabajas con el espacio específico trabajas desde cero, en cambio cuando trabajas desde el lugar ya hay un punto de partida.

Al Premio Luis Caballero lo alaba precisamente por su valoración del espacio:

Es importante porque a los artistas, que ya tienen cierta trayectoria, les resulta difícil contar con lugares de exposición. Es muy importante para la ciudad que se muestren obras de artistas con trayectoria en un lugar idóneo, con todas las facilidades que brinda tener dinero para crear obra, pues producir arte es costoso y los artistas tenemos que costearnos la producción de las piezas, lo cual cada vez es más difícil. Es maravilloso tener el lugar y el apoyo económico para la producción.

Entre sus referentes está la obra de Mapa Teatro y la manera como este colectivo se aproxima a los temas. También están presentes María Teresa Hincapié, Doris Salcedo y Beatriz González. De Luis Caballero rescata que, cuando ella misma se interesó en la pintura, en sus inicios, “me gustaba cómo usaba los planos espaciales”.

El campo artístico colombiano lo ve “complejo”, puesto que el evento artístico más importante de la ciudad es una feria de arte. Es de mirar y estudiarlo, preguntarse qué pasa con los espacios que no están orientados al comercio. Me preocupa mucho que una feria sea tan importante para el arte colombiano, eso indica que los artistas están trabajando mucho en esa dimensión del mercado, pues falta trabajo en lugares como los museos.


[1] Periodista cultural.